El té verde se consume masivamente a causa de una serie de beneficios que generan los compuestos químicos presentes en la infusión llamados catequinas, con acción antioxidante y propiedades antiinflamatorias, entre otras.
Pero investigadores de la Facultad de Salud Pública (FSP) de la Universidad de São Paulo (USP) le han descubierto un competidor de fuerte, con al menos diez veces más catequinas, una sustancia que es una antigua conocida de los brasileños, llamada guaraná.
Ensayos clínicos con voluntarios humanos sanos han revelado que la guaraná es una importante fuente de catequinas. Cuando se las absorbe, éstas reducen efectivamente el estrés oxidativo en el organismo, relacionado con el surgimiento de enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares, diabetes y cáncer, inflamaciones y envejecimiento precoz en virtud de la muerte de células, entre otras condiciones perjudiciales para la salud y el bienestar. Los ensayos se llevaron a cabo en el marco de la investigación intitulada "Bioaccesibilidad, biodisponibilidad y actividad antioxidante de compuestos fenólicos de guaraná (Paullinia cupana) in vitro e in vivo", coordinada por la investigadora Lina Yonekura.
"Hasta ahora, la guaraná era tenida fundamentalmente en el seno de la comunidad científica internacional tan sólo como un estimulante, a causa de su alto tenor de cafeína. En Brasil, también observamos que eran escasos los trabajos enfocados en otros efectos biológicos de esta sustancia. El análisis pionero sobre la absorción y los efectos biológicos de sus catequinas en voluntarios humanos puede incrementar el interés de la comunidad científica, del mercado y de la sociedad en general en este fruto como alimento funcional", estima Yonekura, actualmente profesora asistente de la Facultad de Agricultura de la Kagawa University, en el Japón.
La publicación con los resultados de la investigación, destacado en la portada de la revista Food & Function, de la Royal Society of Chemistry, del Reino Unido, salió en dicha publicación periódica como uno de los Hot Articles de 2016.
Los ensayos se extendieron durante un mes y se realizaron en dos etapas. Para medir los parámetros de referencia de los efectos de la guaraná en voluntarios sanos, pero con sobrepeso y riesgo cardiovascular ligeramente elevado, se sometió a los individuos a análisis clínicos al cabo de 15 días de dieta controlada. Durante los 15 días siguientes, pasaron a consumir 3 g de guaraná en polvo en suspensión en 300 mL de agua todas las mañanas, en ayunas.
Las comparaciones se realizaron entre los análisis de los mismos voluntarios, con lo cual se evitó el influjo de la variabilidad entre los individuos. El efecto agudo de la guaraná se midió una hora después de haber ingerido la solución tanto en el primero y como en el último día. En tanto, el efecto prolongado se analizó cuando los individuos estaban en ayunas, también al primero y al último día.
Los efectos del consumo de guaraná en el transcurso de los 15 días de intervención se observaron mediante marcadores del estrés oxidativo. También se realizó un estudio detallado de la absorción y del metabolismo de las catequinas, pues hasta ese momento no había información disponible en la literatura científica sobre la biodisponibilidad de estos compuestos en la guaraná.
Entre los marcadores utilizados estaba la oxidación lipídica de la LDL, la lipoproteína de baja densidad, conocida como colesterol malo. Esencial para el buen funcionamiento del organismo, el LDL es la principal partícula que lleva el colesterol hacia las células, una función importante para la producción de las membranas celulares y de las hormonas esteroides (estrógeno y testosterona). Sin embargo, cuando se oxida, la LDL causa aterosclerosis y eleva el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. En las pruebas realizadas por Yonekura, la LDL extraída de los voluntarios tras el consumo de guaraná se mostró más resistente a la oxidación.
Otro marcador surgió de un ensayo cometa, que es una técnica con la cual se miden roturas de ADN inducidas por diferentes factores, entre ellos el estrés oxidativo. En el estudio, el ADN de los linfocitos extraídos una hora después del consumo de guaraná sufrió menos daños cuando se lo sometió a un ambiente oxidante, lo que indica la presencia de sustancias antioxidantes o un mejor desempeño del sistema antioxidante enzimático de dichas células.
"Todos estos marcadores dependen de la presencia de las catequinas en la circulación. La mejora de estos parámetros se observó generalmente junto al aumento de la concentración de catequinas en el plasma luego de la ingestión de guaraná, lo que indica que esta sustancia era efectivamente la responsable de este efecto", dice Yonekura.
Asimismo, según comenta la investigadora, las catequinas de guaraná mejoraron el rendimiento del sistema de defensa antioxidante enzimático natural de las células, compuesto fundamentalmente por las enzimas glutatión peroxidasa, catalasa y superóxido dismutasa. Juntas, las mismas transforman el superóxido en peróxido y finalmente en agua, y así protegen a las células contra los daños oxidativos provocados por el propio metabolismo y por factores externos. En las pruebas se observó un incremento de la actividad de las enzimas glutatión peroxidasa y catalasa inmediatamente después de la ingestión de guaraná que se mantuvo hasta el día siguiente.
"Los resultados son alentadores y muestran que la biodisponibilidad de las catequinas de la guaraná es igual o superior a la de las del té verde, el cacao y el chocolate, lo suficiente como para promover efectos positivos sobre la actividad antioxidante en el plasma, proteger al ADN de los eritrocitos y reducir la oxidación de los lípidos en el plasma, aparte de promover un aumento de la actividad de enzimas antioxidantes. Con esta investigación esperamos suscitar un mayor interés científico en la guaraná, ya que es una especie nativa de la Amazonia y Brasil es prácticamente el único país que la produce a escala comercial", afirma la investigadora.
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